Tuesday, May 19, 2009

El Universo. May 13th, 2009

El cómic local gana espacio
La presentación de La segunda venida, primera historieta cristiana en el Ecuador, según indica su creador, Jonathan Zambrano, de 32 años, marca una nueva etapa en la vida del cómic nacional. Así lo dicen también gestores y amantes de este arte, que tiene 124 años de historia en el Ecuador y que ha dejado a su paso más de una treintena de trabajos, entre tiras, historietas y libros de personajes de ficción. La primera obra del género fue la revista El Perico.

La apuesta de Zambrano, que relata partes del libro del Apocalipsis de la Biblia mezclados con una dosis de ficción, circula desde el 3 de mayo pasado, día en que el Cómic Club de Guayaquil inició actividades por el Supermes del Cómic.

La segunda venida se muestra como una alternativa de lectura para aquellos niños y jóvenes que no gustan de leer la Biblia”, dice Zambrano. Y antes de La segunda venida, el Cómic Club presentó en el 2003 Leyendas, de Mauricio Gil, que retrata las historias tradicionales de cada pueblo del Ecuador.

Estas historietas, además de otros trabajos temporales, como El equipo lectura, que apareció en la Expolibro del 2008, salieron de la mano del Cómic Club, que se creó hace cinco años. Esta es la primera organización oficial de cómic con la que cuenta la ciudad, que desde que comenzó a funcionar ha realizado una serie de actividades, que incluyen exhibiciones, conferencias, foros, concursos, proyecciones de filmes y otros, y tienen el aval del Municipio de Guayaquil. Las historietas cuentan con un espacio en la Biblioteca Municipal, llamado Comicteca.

Alfredo García, vicepresidente del Cómic Club, manifiesta que se está dinamizando la actividad del cómic en el país. Explica que siempre han existido dibujantes talentosos que han creado personajes que incluso han marcado épocas, pero lamentablemente no les dan continuidad a sus trabajos. “Hay revistas de José Daniel Santibáñez, reconocido dibujante, como Ecuador Ninja, Ficciónica (1992-1993), que en su momento tuvieron acogida, pero dejaron de dibujarse”, anota.

Similar situación ocurrió con otras revistas como Secreciones de Mojigato, impulsada en 1989 por Marcelo Ferder, Xavier Bonilla (Bonil), Juan Lorenzo Barragán (Azuca) y Hugo Idrovo (Elugo).

En la historieta, que nació como una sátira a una publicación colonialista de pequeño formato, se utilizaba el lenguaje popular “para expresar sin mojigaterías lo más representativo del pensamiento urbano”, explica Hugo Idrovo, uno de los autores. En su primer número la revista tuvo mil ejemplares. Luego dejó de circular.

La mayoría de caricaturistas coinciden en que se debe al poco apoyo que recibe el cómic en el país, pues manifiestan que está considerado como un arte menor. “Esa es parte de la lucha que emprende la comunidad de diseñadores”, indica Alfredo García. “Es posible que a través del cómic se difunda la cultura”, afirma.

José Daniel Santibáñez señala que una alternativa para desarrollar la industria del cómic en el país es que los periódicos y revistas den mayor apertura a las historietas locales en sus publicaciones, en lugar de las extranjeras. Después de Secreciones de Mojigato vinieron en 1991 las revistas Pekes; T.I.M.O., de Eduardo Villacís, Édgar Castellanos y Wilo. En 1998 llegó XOXRocko, de Érick Álava en 1999; y luego las publicaciones del Cómic Club.

Inicios
El 7 de noviembre de 1885 aparecen las primeras viñetas de carácter satírico en el diario El Perico, cuyo autor es el médico Francisco Martínez Aguirre. Las caricaturas tienen un contenido político en contra del gobierno de José María Plácido Caamaño. En la actualidad el Cómic Club ofrece clases del género.

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